jueves, 30 de enero de 2025

Control de Armas de Fuego.

 

Control de Armas de Fuego

El debate sobre el control de armas de fuego suele surgir como una respuesta inmediata a la violencia criminal, ya que existe una percepción generalizada de que limitar el acceso a las armas puede reducir los delitos violentos. Sin embargo, llevar esta idea a la práctica enfrenta múltiples obstáculos, que a menudo están vinculados a factores políticos, sociales y culturales.

En muchos países, los gobiernos que promueven políticas de control de armas se enfrentan a los siguientes desafíos:

1.- Intereses políticos y económicos: Las industrias relacionadas con la fabricación y venta de armas tienen un gran poder económico y de lobby, influyendo en las decisiones políticas. Muchos gobiernos son reacios a implementar regulaciones estrictas debido a la presión de estos grupos.

2.- Derechos individuales: En algunos países, como Estados Unidos, el derecho a portar armas está profundamente arraigado en la cultura y protegido por la constitución. Cualquier intento de regulación es visto como una amenaza a las libertades individuales.

3.- Falta de consenso político: El control de armas es un tema polarizante. Las divisiones ideológicas entre partidos políticos dificultan la creación de políticas efectivas y consensuadas.

4.- Impacto limitado corto plazo: Aunque el control de armas puede tener beneficios a largo plazo, no siempre ofrece soluciones inmediatas a la violencia criminal. Esto puede generar escepticismo entre la población y legisladores.

5.- Criminalidad organizada: En muchos casos, las armas utilizadas en actos violentos provienen del "mercado negro" lo que hace que las políticas de control de armas legales tengan un impacto limitado en la reducción de la violencia criminal.

6.- Resistencia cultural: En sociedades donde el uso de armas está normalizado o asociado a la defensa personal, las regulaciones estrictas pueden enfrentarse a un rechazo social significativo. En definitiva, aunque el control de armas es una medida relevante en el marco de políticas de seguridad pública, su efectividad depende de su implementación junto con otras estrategias integrales, como el fortalecimiento de las instituciones de justicia, la inversión en programas de prevención de la violencia y el combate al tráfico ilegal de armas. Sin un enfoque holístico, cualquier iniciativa puede quedar atrapada en el terreno de las buenas intenciones sin resultados tangibles para la población y medibles para el gobierno.

No hay un número exacto de cuántas armas se comercializan legalmente en el mundo, ya que la cifra varía constantemente y depende de varios factores, como las leyes de cada país, la demanda, y la disponibilidad de datos oficiales.

Sin embargo, se estima que el comercio legal de armas pequeñas y ligeras (incluyendo rifles, pistolas y otras armas de fuego) representa un mercado multimillonario. El comercio internacional de armas pequeñas y ligeras, según informes del Small Arms Survey, el valor anual del comercio legal de armas pequeñas y ligeras supera los 8.500 millones de dólares. La producción global de armas es alrededor de 1.000 millones de armas de fuego en el mundo, de las cuales aproximadamente el 85% están en manos de civiles.

Cada año se producen entre 7 y 8 millones de armas nuevas. Los principales exportadores: Países como Estados Unidos, Rusia, Alemania, Francia, e Italia son los principales exportadores de armas legales en el mundo. El control y regulación, la venta de armas legales está regulada por tratados internacionales, como el Tratado sobre el Comercio de Armas (ATT), y por legislaciones nacionales.

Cuantas armas ilegales se adquieren de forma ilegal en el mundo, es un dato difícil de proporcionar, un número exacto de cuántas armas ilegales se adquieren de forma ilegal en el mundo, ya que el comercio ilegal de armas es clandestino y varía según la región y las condiciones. Algunos estudios y organizaciones internacionales han estimado cifras globales, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), el mercado ilegal de armas pequeñas y ligeras mueve entre 1 y 2 mil millones de dólares al año.

Se estima que alrededor del 10% a 20% de las armas pequeñas en circulación a nivel mundial están en el mercado ilícito. Las regiones específicas en el mundo donde se mueven estas armas es América Latina, donde el tráfico de armas ilegales está vinculado al narcotráfico y la violencia y se calcula que millones de armas ilegales están en manos de civiles o grupos criminales. Otro lugar son las zonas de conflicto, como África y Medio Oriente, el acceso a armas ilegales es común debido al contrabando y la falta de control estatal.

La adquisición ilegal de armas ilegales, se obtienen mediante robo, tráfico transfronterizo, transnacional, robo o desvío de arsenales legales de policías, fuerzas de seguridad y fuerzas Armadas o fabricación artesanal. Aunque es imposible determinar cifras exactas, el comercio ilegal de armas sigue siendo un problema significativo que alimenta la violencia y la inseguridad en todo el mundo y uno de los principales problemas de seguridad que enfrentan los gobiernos en el mundo.

Edward Holfman EHM

Economías Ilegales “Crimen Organizado”

 

Economías Ilegales “crimen organizado”

Mientras las economías legales a nivel mundial enfrentan más restricciones, mayores aranceles y proteccionismo las economías ilegales como las del crimen organizado, narcotráfico, lavados de activos, ciberdelitos no paran de crecer a nivel global.

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Una economía ilegal se refiere a un conjunto de actividades económicas que operan fuera del marco legal establecido por las autoridades de un país. Estas actividades suelen involucrar la producción, distribución o intercambio de bienes y servicios que están prohibidos por la ley, como el narcotráfico, la trata de personas, el contrabando, la explotación laboral ilegal, entre otras.

Además de ser ilegales, estas actividades suelen estar marcadas por la falta de regulación, lo que implica la ausencia de control sobre la calidad de los productos o servicios y la imposibilidad de generar impuestos que puedan ser utilizados para el bienestar de la sociedad. Las economías ilegales suelen generar grandes ganancias, pero también pueden tener efectos negativos en la sociedad, como el aumento de la violencia, la corrupción y la desigualdad.

A veces, lo que forma parte de una economía ilegal puede estar vinculado a actividades informales o no registradas, que no necesariamente son criminales pero que operan fuera del sistema fiscal y de regulación.

Mientras las economías legales enfrentan restricciones como aranceles, regulaciones y políticas proteccionistas, las economías ilegales parecen operar con mayor flexibilidad y adaptabilidad. Esto se debe a varios factores:

1. Ausencia de regulación: Las economías ilegales no están sujetas a las restricciones normativas que enfrentan las economías legales, lo que les permite operar con mayor rapidez y adaptarse a los cambios en la demanda o las condiciones globales.

2. Globalización y tecnología: La globalización y el avance de la tecnología han facilitado el comercio ilícito, desde el narcotráfico hasta los ciberdelitos. Por ejemplo, el uso de criptomonedas y la web oscura permiten transacciones ilegales casi imposibles de rastrear.

3. Desigualdad económica: En muchos casos, las economías ilegales prosperan en regiones donde la pobreza y la falta de oportunidades empujan a las personas hacia actividades ilícitas como una forma de subsistencia.

4. Demanda constante: Bienes y servicios ilegales, como drogas, armas y actividades de ciberdelito, tienen una demanda constante a nivel global, lo que asegura su crecimiento incluso en tiempos de crisis económica.

5. Corrupción y debilidades institucionales: En muchos países, la corrupción y la falta de capacidad de las instituciones permiten que estas actividades ilegales prosperen con relativa impunidad.

El crecimiento de estas economías ilegales plantea enormes desafíos para los gobiernos, ya que no solo afectan la seguridad y estabilidad social, sino que también erosionan las economías legales al desviar recursos y fomentar la informalidad. Abordar este problema requiere esfuerzos internacionales coordinados, políticas inclusivas y el fortalecimiento de las instituciones legales y económicas.

Edward Holfman

miércoles, 8 de enero de 2025

LA VIOLENCIA HOMICIDA EN URUGUAY

 LA VIOLENCIA HOMICIDA EN URUGUAY

La violencia homicida en Uruguay, como en cualquier país, es un fenómeno complejo que tiene raíces múltiples y requiere una respuesta integral y sostenida. 


A continuación, se presentan algunas estrategias clave que podrían contribuir a reducirla:

Es importante es fortalecer la seguridad y el sistema judicial, aumentar la presencia policial en zonas críticas con estrategias de proximidad, enfocándose en la prevención y la disuasión, con una verdadera policía comunitaria. Además, es clave capacitar a las fuerzas de seguridad en resolución de conflictos, en derechos humanos y manejo de situaciones de alto riesgo. Hay que mejorar la eficiencia judicial para garantizar que los delitos sean investigados, procesados y sancionados rápidamente.

Hay que atender las causas estructurales, reducir la desigualdad socioeconómica, como ampliar programas de empleo, educación y vivienda para comunidades más vulnerables.

Luchar contra el narcotráfico significa abordar el mercado ilícito de drogas, que suele estar vinculado a la violencia, mediante una combinación de represión y programas de rehabilitación con salud mental.

Fortalecer el sistema de educación, ampliando el acceso a la educación de calidad, incluyendo programas extracurriculares que ofrezcan alternativas al ocio nocivo, escuelas y liceos de tiempo completo.

Las intervenciones comunitarias y su participación son claves para promover la cohesión social, y apoyar iniciativas comunitarias que fomenten la convivencia y reduzcan los conflictos. Hay que implementar programas de mediación y resolución de conflictos en barrios con alta incidencia de violencia y criminalidad Hay que crear espacios seguros para, niños/niñas y jóvenes, como centros deportivos y culturales, que desvíen su atención de actividades de índole delictivas.

El control de armas de fuego juega un papel importante en estos grados de violencia extrema. Hay que establecer regulaciones estrictas para el acceso a armas de fuego y reforzar más los controles para evitar su proliferación en manos de personas no autorizadas. Hay que realizar campañas de desarme efectivas voluntarias acompañadas de incentivos económicos o sociales con la participación de las comunidades.

La prevención temprana es fundamental, para detectar y atender factores de riesgo en niños y adolescentes, como la deserción escolar, la violencia intrafamiliar y la exclusión social. La implementación de programas de salud mental que ofrezcan apoyo a personas en situación de vulnerabilidad y de adiciones.

Las Políticas de reinserción social, hay que ampliar las oportunidades para personas privadas de libertad mediante programas de rehabilitación y capacitación laboral, estableciendo redes de apoyo para exreclusos, ayudándolos a reinsertarse en la sociedad y evitar la reincidencia.

La participación ciudadana y la transparencia son de enorme ayuda ya que fomentan la colaboración entre las autoridades y la ciudadanía para identificar problemas y buscar soluciones locales. Mejorar la transparencia en las políticas de seguridad para aumentar la confianza pública y reducir la percepción de impunidad son aspectos para tener en cuenta.

Las estrategias basadas en evidencia no dejan de ser muy importantes, monitorear y analizar datos sobre homicidios y la violencia para diseñar intervenciones específicas en determinadas zonas, barrios es un dato para considerar, hay que implementar programas que hayan demostrado éxito en otros contextos, adaptándolas a la realidad local. Los delitos son locales y por ende las soluciones deben ser locales.

Reducir la violencia homicida es un desafío que requiere la acción coordinada del gobierno, la sociedad civil y las comunidades. Además, se necesita voluntad política y un compromiso sostenido para implementar estas estrategias de manera efectiva.

Edward Holfman EHM