Contar los dólares de la destrucción: El costo oculto de la guerra Israel-Irán
Mientras el mundo observa con preocupación el deterioro de la
seguridad en Medio Oriente, la escalada de tensiones entre Israel e Irán no
solo amenaza con incendiar la región desde el punto de vista militar, sino
también con desatar una ola de consecuencias económicas que ya comienzan a
sentirse en los países vecinos.
La guerra, como siempre, cobra múltiples precios, pero el
económico es uno de los más silenciosos y devastadores. Las finanzas públicas
sufren un golpe doble, por un lado, cae la recaudación fiscal en un contexto de
parálisis económica, y por otro, los gobiernos deben aumentar el gasto en
defensa y seguridad interna para prevenir ataques o contener disturbios
civiles.
Algunos países del Golfo, aunque tienen reservas
considerables, se ven obligados a redireccionar fondos soberanos para blindar
su estabilidad y no menos importante es el impacto humanitario, que tiene un
costo directo en los sistemas de salud, vivienda y asistencia social.
La multiplicación de refugiados, desplazados y víctimas
indirectas (por desempleo o pobreza inducida) tensiona aún más economías
frágiles como las de Siria, Irak y Palestina. Un conflicto prolongado podría
generar una nueva ola migratoria hacia Europa y acentuar las crisis sociales
internas.
Mientras los analistas militares calculan el alcance de los
misiles y la eficacia de los sistemas antiaéreos, los economistas regionales
alertan sobre un colapso en cámara lenta, porque, aunque no haya bombas en su
territorio, muchos países de Medio Oriente ya están pagando un precio muy alto
por una guerra que no eligieron.
En Medio Oriente, cuando dos potencias se enfrentan, toda la
región arde y no solo en llamas: también en deuda, inflación y desesperanza.
Un análisis económico del conflicto ¿Cuánto se gasta, cuánto
se tira?
Calcular el costo económico de una guerra entre Israel e Irán
es altamente complejo, pero una estimación razonada basada en elementos
conocidos de conflictos anteriores y capacidades actuales.
Para poder entenderlo, vamos a dividirlo por componentes, el
costo militar directo.
Para el estado de ISRAEL
La Cúpula de Hierro (Iron Dome) con un costo por interceptor
Tamir: USD 50.000 a 100.000 dólares americanos. En conflictos recientes como
Gaza 2021, Israel lanzó más de 1.500 interceptores. En una guerra con Irán, se
podrían disparar entre 10.000 y 30.000 interceptores con un costo estimado de
USD 0.5 a 3 mil millones de dólares, solo en interceptores.
Los Misiles ofensivos, F-35, drones, municiones guiadas, cada
F-35I Adir cuesta más de USD 100 millones y cada ataque con precisión (bunker
busters, misiles balísticos, bombas guiadas): USD 20.000 a 1 millón.
Un conflicto prolongado entre Israel e Irán podría costar entre,
USD 10 a 15 mil millones de dólares en munición, combustible, reemplazos,
operaciones aéreas.
Los daños a infraestructura civil podrían tener un costo, según
modelos del Ministerio de Finanzas israelí, un conflicto regional total podría
causar unos, USD 30 a 50 mil millones de dólares, en daños y pérdida de
productividad.
Para la República islámica de IRÁN.
La producción
y uso de misiles balísticos supersónicos como lo son los Misiles como el
Fattah-2 (hipersónico) o Shahab-3: tienen un costo unitario entre USD 1 y 5
millones de dólares americanos. Se calcula
que Irán podría lanzar entre 1.000 y 5.000 misiles en un conflicto intenso, el
costo estimado total sería de USD 3 a 20 mil millones de dólares.
Con una Flota naval, más los drones suicidas y la defensa
aérea, sumado a los ataques con drones como el Shahed-136 el costo aproximado USD
20.000 a 50.000 dólares por unidad, Irán podría usar miles de drones, con costo
de USD 1 a 3 mil millones de dólares solo en drones.
Otra de las consecuencias impredecibles son las sanciones o los bloqueos de exportaciones petroleras, más del 80% de las exportaciones iraníes dependen del petróleo. Si Estados Unidos o Israel logran bloquear el estrecho de Ormuz o paralizar exportaciones, esto significa una pérdida estimada mensual de USD 5 a 10 mil millones de dólares, a tres meses de guerra costo podría ascender hasta USD 30 mil millones de dólares.
Estamos al borde de una Tercera Guerra Mundial. Con armas
nucleares, misiles hipersónicos y gobiernos que juegan con fuego. Los humanos
no aprendimos nada. La historia nos grita, pero elegimos no escuchar. ¿Otra
guerra más para que volvamos a llorar lo que no supimos evitar?
El costo de una guerra moderna no se mide solo en dólares, sino en
vidas humanas, migraciones forzadas, traumas colectivos y desestabilización
global. La humanidad no ha aprendido de sus errores y hoy con la amenaza real
de una Tercera Guerra Mundial, seguimos atrapados en una lógica de
confrontación que solo beneficia a unos pocos.
Los costos de la guerra son altos, no solo económicos, también humanos. Millones de vidas perdidas, familias rotas, generaciones marcadas. Y, aun así, la humanidad no aprende. Estamos al borde de una Tercera Guerra Mundial. ¿Cuántas lecciones más necesitamos para entender que la guerra no es el camino?
Edward Holfman