La importancia estratégica del estrecho de Ormuz,
hezbolá y los Hutíes.
El Estrecho de Ormuz, Hezbolá y los hutíes en Yemen
son actores y puntos estratégicos clave en el tablero geopolítico de Medio
Oriente. Cada uno cumple un rol diferente, pero todos convergen en su potencial
para afectar la seguridad regional y global. A continuación, te explico su
importancia de manera clara y estratégica.
El Estrecho de Ormuz: arteria vital del petróleo
global. Conecta el Golfo Pérsico con el Mar de Omán y el Océano Índico. Por
allí pasa aproximadamente el 20% del petróleo mundial que se transporta por mar.
Es un cuello de botella energético: cualquier cierre o bloqueo tendría un
impacto inmediato en el precio del petróleo a nivel global.
Por este punto estratégico hay siempre una tensión
constante, irán ha amenazado con cerrarlo en caso de confrontación directa con EE.
UU. o sus aliados. Pero el estrecho es vigilado de cerca por flotas navales de EE.
UU., Reino Unido y otras potencias.
El Hezbolá es considerado una organización
terrorista a nivel internacional, es el brazo armado y proxy iraní en el Líbano,
Es un grupo chiita libanés, con estructura militar, política y social. Este
grupo terrorista es financiado y entrenado por Irán.
Las capacidades militares son
variadas, decenas de miles de misiles apuntando a Israel, la experiencia de
combate en Siria y alto poder de movilización popular en el Líbano.
La relevancia estratégica es
importante, puede abrir un frente norte en un conflicto con Israel, distrayendo
recursos y expandiendo el teatro de guerra. Su existencia sirve a Irán como disuasión
asimétrica frente a ataques occidentales o israelíes.
Los Hutíes
(Ansar Allah) en Yemen, generan presión al sur del Golfo Pérsico. Es un movimiento
chiita zaidí, aliado de Irán y enfrentado a Arabia Saudita y Emiratos Árabes
Unidos. Controlan buena parte del norte de Yemen, incluida la capital, Saná.
Las capacidades militares son también variadas, misiles balísticos, drones y
ataques a infraestructuras petroleras. Los ataques recientes a buques en el Mar
Rojo, afectando rutas comerciales globales y pérdidas económicas. La importancia
estratégica es clave, ellos dominan el estrecho de Bab el-Mandeb, una puerta
clave entre el Mar Rojo y el Golfo de Adén. Desde Yemen, los hutíes ejercen presión
indirecta sobre Arabia Saudita e Israel, y complican el comercio marítimo
global.
La primera conclusión estratégica
que podemos hacer es observar que Irán ha tejido una red de fuerzas proxy y puntos
geográficos clave para proyectar poder y disuadir además de las variadas intervenciones.
Es neurálgico entender que “El
Estrecho de Ormuz”, “Hezbolá” y “los Hutíes” forman parte de una estrategia de
pinzas, esto significa que el Hezbolá actúa en el norte de Israel, los Hutíes
al sur del Mar Rojo y el estrecho de Ormuz como botón de emergencia económico.
Todo esto convierte cualquier conflicto con Irán en
un riesgo regional de gran escala, con capacidad para afectar el comercio
global, el suministro energético y la seguridad internacional. La amenaza
nuclear está siempre presente, latente como un factor de disuasión y, al mismo
tiempo, como una fuente de inestabilidad. En un escenario donde las tensiones
se intensifican con rapidez, cualquier error de cálculo por mínimo que sea
podría tener consecuencias irreversibles.
Edward Holfman
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